martes, 4 de abril de 2017

Segundo día en Praga (Cesky krumlov)



Hoy es martes. El cielo está un poco nublado, pero no llueve. La temperatura está siendo estupenda, hace un poco de frío, pero como un día normal de invierno en San Fernando. Nos ha recogido el autobús a las 9 en el hotel y nos ha llevado a una pequeña ciudad de la region de Bohemia, su centro histórico es Patrimonio de la Humanidad de la Unesco desde 1992.


Llegar allí nos llevó dos horas, así que las aprovechamos para dormir lo que no dormimos la noche anterior.



















Tras la siesta mañanera, llegamos a aquella ciudad de cuentos. El autobús puede ser muy reparador.  Al bajarnos algunos decían que una de las profesoras nos había hecho fotos durmiendo. ¡Qué horror! ¡Si duermo con la boca abierta!


Cesky Krumlov es preciosa, está llena de casa medievales, renacentistas, rincones encantadores, tiendas de artesanos,... Son aproximadamente las 12:30 cuando llegamos. Es martes. Hay bastantes turistas que , como nosotros, se hacen fotos, pasean, disfrutan en una terraza... Llama la atención que estén ociosos, como nosotros. Me pregunto sus razones para estar allí, en qué parte de sus vidas están, ¿vacaciones, escapadas de problemas, alumnos de excursión? En fin, las paranoias humanas.


Bojana, nuestra guía, nos explicó un poco sobre el lugar junto al río Moldava (el mismo que en Praga, pero aquí bastante más pequeño) y bajo el Castillo de Cesky Krumlov, que da entrada al pueblo.






Después nos adentramos por sus callejuelas, cada rincón que veíamos era un motivo para fotografiar.



Muchas casas renacentistas aún conservaban los frescos con los que decoraban sus muros. En esta, se observa en la parte inferior dos ventanas con las figuras probablemente de sus dueños y en la parte superior derecha llama la atención la figura de un mono. No sabemos por qué la pusieron allí.



Bojana es una guía estupenda, sabe mucho y además adorna sus historias con misterio. En este caso nos señaló la mujer fantasma del escaparate de la izquierda. 


Visitamos una Iglesia donde Bojana nos explicó sus estilos y además pudimos descansar un poco.

Tras la visita, fuimos a un mirador en el que nos volvimos locos y comenzamos de nuevo la sesión de fotos.









A partir de este momento contábamos con apenas una hora para comer, pero todo estaba lleno, nos dividimos como quisimos. A las 14:15 teníamos visita al Castillo de Krumlov. No podíamos llegar tarde porque perderíamos el turno. Comimos muy deprisa y algunos no todo lo bien que querían. Las profesoras ni siquiera pudieron y tuvieron que esperar a que terminara la visita al Castillo para hacerlo. 

Os mostramos el patio del Castillo, donde esperamos cinco minutos a que llegara la guía checa que ayudaría a Bojana en su visita, Marketta.










El Siglo XIII vio nacer al castillo, protegido por la triple curva con la que el río Moldava ejerce de fortaleza natural. Los Rosenberg, familia noble muy importante en la historia checa durante la Edad Media, eligieron este emplazamiento en Bohemia.

En el Siglo XVII vinieron para quedarse los Schwarzenberg, alemanes que le dieron toques renacentistas y góticos al medievo de sus predecesores. 

Sólo le supera el de Praga en tamaño. Se pueden visitar las dependencias de los Rosenberg y los Schwarzenberg, maravillarse con la decoración renacentista y barroca pero con el gótico también presente, ver una interesantísima exposición de objetos históricos que muestran la cotidianidad del Castillo: cómo era la comida, los juegos, las fiestas, los dormitorios, entonces lugares de reunión en los que el sueño se tumbaba en su cama mientras era visitado por amigos, consejeros, gente influyente de la época. ¡Se podían llegar a reunir en el dormitorio principal cincuenta personas!

Nos contó Bojana una historia truculenta de la época: Uno de los hijos del Emperador Rodolfo II de Austria, Julio César, más conocido como Don Julius, tenía problemas mentales severos (parece que esquizofrenia) y se le acusaba de violador e incluso de atacar a mordiscos a sus criados. Su padre, harto del comportamiento de su hijo, forzó su destierro en el castillo de Český Krumlov, donde volvía cada noche a hacer de las suyas. Se enamoró de Markéta Pichlerová, la hija del barbero de la ciudad, quien se entregó obligada al perturbado de Don Julius. Una noche le asestó varias puñaladas y la tiró por la ventana, pero cayó sobre una zona en la que había basura y milagrosamente sobrevivió. Pero una vez que esta se había recuperado volvió a por ella después y la masacró de una forma sádica que viene perfectamente documentada en papeles de la época y que dicen lo siguiente “Don Julius le cortó las orejas y le quitó un ojo, le hizo saltar los dientes con la mandíbula, y le fraccionó el cráneo hasta que el cerebro se derramara sobre el lecho …” Nos contó la guía que muchos aseguran que su fantasma vaga por el Castillo. 


Después de la visita estuvimos una media hora más porque algunos querían hacer unas compras y, de nuevo, al autobús, donde hicimos lo que tocaba. 


Tenemos que coger fuerza. Esta noche discoteca.

Continuaremos contando.



















































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