lunes, 3 de abril de 2017

Primer día en Praga (Primera parte)

Este lunes era menos lunes que otros porque nosotros hoy teníamos una cita con una de las ciudades más bellas del mundo, Praga.
Nos levantamos temprano, teniendo en cuenta que nos acostamos tardísimo. Desayunamos a las 9 y a las 10 ya estábamos en el autobús que nos trasladaría al centro. Nuestro hotel, el Belvedere,  está a unos treinta minutos andando.

En nuestro viaje nos acompaña Bojana, una checa que sabe muchísimo sobre la ciudad y el país y que le da significado a lo que vemos.

Empezamos por el Castillo de Praga, Bojana nos dijo que entraríamos por los jardines porque en la entrada oficial había una cola enorme. 

El Castillo de Praga es un conjunto artístico monumental compuesto entre otros por la Catedral de San Vito, la Basílica de San Jorge o el Callejón del Oro.

Nada más entrar en los jardines vimos una estampa curiosa y que se ha repetido durante toda la visita, una pareja de novios de origen asiático haciéndose fotos, en este caso en una fuente, en otros, delante de un palacio, de una estatua, etc. Y es que no explicó Bojana que Praga es un destino de moda entre los chinos y coreanos, con cuyos países el gobierno checo ha establecido relaciones muy fluidas y se han creado vuelos directos. Parece que los novios se casan en Praga, se hacen las fotos allí y luego celebran el convite en sus países. Bueno, una curiosidad.


Por los jardines hacia el Castillo, Bojana nos iba explicando la historia de Praga a través de los elementos artísticos con los que nos encontrábamos.







Entramos en el conjunto del Castillo y lo primero fue hacernos una foto en una fuente en la puerta de entrada.



Luego nos quedamos impresionados con la Catedral de San Vito, una Catedral gótica de enorme belleza.






Su interior es majestuoso y deslumbra la luz del día entrando por sus vidrieras de colores.


Después nos encontramos con una plaza en la que había un mercadillo de productos tradicionales. Ya teníamos cierta hambre, eso y el olor que había en el aire nos obligaron a hacer una parada y probar productos de la zona.





Luego vimos la Basílica de San Jorge, con una estatua verde sobre la muerte que nos impresionó a todos y que a muchos nos recordó a las "Coplas por la muerte de su padre" de Jorge Manrique que estudiamos en esta pasada evaluación.

La visita al Castillo termino con el Callejón del Oro que es una calle con casas de colores muy chiquititas, que datan del siglo XVI y en las que habitaron el gremio de los orfebres, quienes le dan el nombre. Parecían casas de cuento. Algunas son tiendas encantadoras de artistas, de marionetas, ..., otras son pequeños museos que reflejan la vida cotidiana de los que vivían antes allí. Una de ellas fue usada por Franz Kafka para escribir.




Abandonamos el complejo por unos jardines que eran unos viñedos, satisfechos de lo visto y muuuuyyyy cansados, aunque dispuestos a continuar,  pero eso ya lo relatamos en la segunda parte de esta jornada.


























1 comentario:

  1. ¡Enorme ruta turística la del lunes! Praga es una ciudad de cuento, preciosísima. No me extraña que esas parejas de novios asiáticos decidan hacerse las fotos por allí.

    Disfrutad del viaje.
    Almudena

    ResponderEliminar