Premio Accésit de Primero de Bachillerato
Amanecer
Hoy estabas nublada,
despertaste con melancolía en las pestañas
y aun así, llevaste el nuevo día a mi mundo.
No llegabas a llover, nunca lo hacías,
tus muros contenían tus inundaciones.
Pero hoy, tan nublada, tan bonita,
lloviste abriendo tus puertas,
y por primera vez en la historia de tus cicatrices
pudiste volver a amanecer.
Aurora de mis emociones que tanto tiempo
llevé calladas entre mis miradas.
Ojos que escondían
el millar de futuros soñados
entre visita y visita.
Hoy te besé las lágrimas y
las heridas intentando aplacar tus tempestades.
Me arrastraste dentro, y en el ojo del huracán,
amé tus silencios y tus tormentas.
Y amándonos así, con ruidos y silencios,
pudiste volver a amanecer.
Eva Quirós
Aguirre 1ºCTA
Poema finalista de Primero de Bachillerato
UN SUEÑO
Anoche tuve un sueño,
Soñé con la curvatura de tu sonrisa,
Soñé con el frescor de tu aroma,
Soñé con la refinada melodía de tu voz.
Anoche tuve un sueño,
Soñé con la sutileza de tu tez,
Soñé con la rebeldía de tus cabellos,
Soñé con la sencilla perfección de tu ser.
Alberto Aragón Torralba, 1º CTB
Poema ganador de cuarto de ESO
Miedo a la muerte de mamá
Si en las dichosas noches de noviembre
tus sonoros ronquidos de repente cesan,
podrá por fin ser el viento el protagonista
y así, de un soplo, consigo traerse mi insomnio.
Y si en la pleamar de tu silencio pleno
se inunda el desierto que nos separa,
podrán los tréboles mejor brotar
y así empapar con suerte ajena la nuestra propia.
Entonces cenizas volarán
en busca de un vehemente navío
que las lleve a torres vigías de tierras santas,
sin saber que la paz no se muestra
entre las divinas nubes blancas,
sino en la música de tus sonoros ronquidos
que en las dichosas noches de noviembre
nunca cesan.
Lucía Alonso Ramírez, 4º C
Poema finalista de cuarto de ESO
Desamor propio
Inspección
del más allá de la cornucopia
Revuelo
de pasiones, misterios e incluso desazón
Sensibilidad
calada en cada hueso y
Agonía
en el alma personificada más intensa
Que
el mismo plumazón del petirrojo.
Dicho
es que los versos más dolientes y delicados
No
pueden ser enviados cuando la misma mano escribiente
Desconoce
su origen y el mismo amor a sí.
Repudio
de tiempo atrás hizo al ser,
Rechazar
el rótulo del egoísmo sano
Acarreamiento
de inseguridades e inestabilidad
Penetrar
con luceros lacrimosos
Las
cenizas de la devoción a uno mismo
Miramiento
pues a adjudicar las piezas del puzzle que lo conforman,
Podría
ser indispensable para el reflejo de la cornucopia.
Ana María de Juan Iglesias 4ºC
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